miércoles, 5 de agosto de 2009

Las Últimas Herramientas Digitales

No basta con el acceso a Internet; la gente necesita saber mucho más de las herramientas digitales
¿CUÁNTOS DE NOSOTROS USAMOS con agilidad las herramientas que encontramos en nuestras computadoras y en la web? ¿Cuántos entendemos las lógicas en juego? Ganaríamos mucho si fuéramos educados en esas materias. Hasta los niños que nos maravillan con su capacidad de usar el móvil, el mando a distancia o la consola de videojuegos estarían mejor preparados para la vida si recibieran una formación adecuada. Así lo ve Henry Jenkins, profesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT).
Jenkins aborda el problema en tres tiempos, empezando por la dimensión cultural y la creciente importancia de las culturas de participación. Más de la mitad de los adolescentes estadounidenses han puesto contenidos en Internet y más de una tercera parte lo han compartido con sus padres.
"Una cultura de participación es una cultura en la que los criterios de expresión artística y de implicación cívica alientan a crear y compartir. También es una cultura en la que los miembros consideran que sus contribuciones importan y sienten algún grado de conexión social entre sí (por lo menos les importa lo que los demás piensan de lo que han creado)", explica Jenkins.
Participar es esencial. La tentación es creer que los jóvenes lo hacen casi naturalmente, pero Jenkins apunta tres razones para preocuparse por su formación: no todos tienen las mismas oportunidades de participación (la brecha no desaparece con el acceso a Internet); tienen que entender cómo los medios de comunicación afectan a su percepción del mundo, y resulta de suma importancia prepararlos para que tengan un papel activo en esta cambiante sociedad.
Jenkins adelanta una serie de competencias y habilidades necesarias: abordar la solución de los problemas como si fueran juegos; crear simulaciones y modelos dinámicos de representación del mundo; apropiarse de contenidos digitales y usarlos mezclándolos con otros; trabajar colectivamente para aumentar sus capacidades cognitivas y contribuir a la inteligencia colectiva; apreciar el valor y la credibilidad de las múltiples fuentes encontradas en la web; crear redes; seguir historias contadas en una variedad de medios (televisión, web, radio, texto); negociar con las diferentes comunidades.
Uno de los objetivos centrales, explica Jenkins, "es desplazar el eje de la conversación sobre la brecha digital de cuestiones tecnológicas relacionadas con el acceso a las que se refieren a oportunidades de participar y de desarrollar las competencias culturales y las habilidades sociales necesarias para implicarse plenamente".
En 2001 Kemly Camacho ya había llamado la atención sobre la necesidad de ir más allá del acceso. Camacho propuso una distinción útil entre acceso, uso y apropiación, el verdadero objetivo según esa investigadora de la Fundación Acceso.
"Una organización, un país o una persona se adaptan a Internet cuando ha incorporado su uso con fluidez en sus actividades diarias. Si saben discernir cuándo es o no conveniente usar la herramienta para sus problemas cotidianos y cuándo puede ser combinado con otras herramientas", escribió. Queda mucho en el acceso pero, seis años después, resulta obvio que el uso no es suficiente, ni en el mundo más desarrollado, ni para quienes supuestamente tienen la mayor facilidad: los adolescentes.
Participación y apropiación constituyen objetivos válidos e importantes, pero casi todos necesitamos formarnos adecuadamente. Necesitamos mejorar nuestro nivel de comprensión y nuestra capacidad de usar las herramientas. Lo podemos llamar "media literacy", como Jenkins, "cyber literacy", como Laura Gurak o "digital literacy", como la Universidad de Portland y muchos otros.
La noción de literacy es de difícil traducción al español. Se suele traducir por 'alfabetización' o por 'conocimientos en...', palabras que nos remiten a un uso más bien práctico y elemental. Pero es algo más.


Los blogs, los celulares y otras herramientas digitales explotan la creatividad educativa


Dentro del ciclo "Todos podemos tener un blog", organizado por Clarín Blogs, docentes hablaron de las ventajas del uso de los blogs y las nuevas tecnologías como elemento positivo en el proceso de construcción del conocimiento. Las nuevas herramientas atraen más a los "nativos digitales" y generan una enseñanza interactiva, creativa y de trabajo en grupo.
Aunque en algunos colegios los celulares están prohibidos en las aulas, en plena era digital algunos alumnos buscan hacer entender a sus padres y profesores sobre las ventajas del uso del celular "con responsabilidad". Aseguran que no sólo sirven para llamar y enviar mensajes, sino también para grabar una clase que después vuelve a escuchar, tomar la foto de una larga fórmula matemática en el pizarrón o incluso un video de la clase que los ayudará a estudiar. Al menos así lo explica, desde su concepción de "nativo digital incomprendido", el estudiante Lucas Martín Benítez. Y no únicamente los celulares: los blogs son una herramienta educativa poco explotada.
Este argumento se hizo escuchar durante de la presentación de Laura Farosi, de la
Red de Escuelas Medias del Gobierno de Buenos Aires y de Guillermo Lutzky, docente y coordinador del Campus Virtud Ort, en la mesa "Blogs y educación", del ciclo "Todos podemos tener un blog", que Clarín Blogs organiza en la Feria del Libro.
Farosi, que trabaja en las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos capacitando a los docentes en el uso de las nuevas tecnologías en el aula, señala que con los blogs los chicos trabajan más intensamente y que las posibilidades son inmensas. "Los blogs funcionan como un cuaderno de clase, se pueden subir videos que respondan a consignas, se arman fotonovelas, se documenta una salida a un barrio, suben las grabaciones de las clases que se hicieron con el celular, etc."
Por su parte, Guillermo Lutzky un incansable estimulador de la utilización de éstas nuevas herramientas virtuales en el proceso de construcción del conocimiento se pregunta:"¿Por qué no usar los blogs, si se usan cuadernos?". Dentro de su proyecto del
Campus Virtual de la ORT Argentina, insiste en que ahora existe un encuadre donde se puede elaborar conocimiento a partir del uso de fotos, videos o grabaciones, por supuesto, en un contexto de producciones educativas, elaboradas en conjunto con los docentes. Los blogs, coinciden los expertos, aportan un elemento de interés al proceso educativo donde los alumnos crean y luego muestran sus trabajos en la red, involucrando también a los padres, ya que juntos pueden luego repasar esos contenidos producidos en el aula.
Es claro, que aún la brecha digital es amplia y hay gran cantidad chicos que están lejos de tener una computadora con conexión a Internet desde su casa. Ante esto, Farosi señala que la idea es que los alumnos realicen los trabajos en los laboratorios de las escuelas, animados por los profesores que cada vez más, se sacuden el miedo al uso de las nuevas tecnologías. Las experiencias son cada día más positivas y aquellos docentes que al principio se acercaban temerosos a las computadoras, ahora hay que "desconectarlos de la máquina", explica Farosi. Además, insiste en destacar que no siempre son los recursos económicos ni técnicos los que hacen la diferencia, sino la creatividad y las ganas de hacer las cosas de una forma diferente.
En el ciclo "Todos podemos tener un blog"
ya pasaron temas como la actualidad, los medios, la cultura y la educación relacionados a los blogs, pero aún queda mucho por contar. Mañana sábado, a las 16:30 hs. en el stand de Clarín, de la Feria del Libro, es el turno de los "Blogs y la ciudadanía". Allí junto a Inés Selvood, Mariel Fitz Patrick y Florencia Mallagray, se podrá conocer cómo abriendo un blog se puede elevar la voz, opinar, reclamar y hasta presentar propuestas que mejoren la calidad de vida de todos los ciudadanos.


El Rol De Los Sistemas De Información En Las Organizaciones


En una economía cada vez más globalizada, la toma de decisiones en las organizaciones se vuelven más complejas, pues se debe considerar una mayor cantidad de información y esta debe representar los datos reales de lo que esta ocurriendo en la empresa, por lo que directivos y administradores, deben hacer uso de herramientas que les permitan analizar esa información y finalmente tomar la decisión correcta sobre cómo dirigir la empresa.
Los sistemas de soporte a la decisión han tomado una fuerte importancia como herramientas poderosas para soportar la toma de decisiones en momentos críticos, así como para encontrar oportunidades de mercado y expansión dentro de la industria o ramo al que pertenece la empresa. En el siguiente documento se abordara el rol que juegan estos sistemas dentro de los procesos de las organizaciones y los beneficios que se pueden lograr al implementar alguna de estas herramientas dentro de los procesos de negocio con el fin de obtener una ventaja competitiva frente a los rivales.
En una economía cada vez más globalizada, la toma de decisiones en las organizaciones se vuelven más complejas, pues se debe considerar una mayor cantidad de información y esta debe representar los datos reales de lo que esta ocurriendo en la empresa, por lo que directivos y administradores, deben hacer uso de herramientas que les permitan analizar esa información y finalmente tomar la decisión correcta sobre cómo dirigir la empresa.
Los sistemas de soporte a la decisión iniciaron a principios de los 70’s y uno de los pioneros fue Scott Morton, al ser el primero en definir el concepto de estos sistemas. Básicamente lo definió como: “Sistema interactivo basado en computadora, que ayuda a los tomadores de decisiones a utilizar datos y modelos para resolver problemas no estructurados”
Existen diferentes tipos de sistemas que dan apoyo a la toma de decisiones, por lo que se deben analizar las necesidades de la organización y seleccionar el que mejor se adapte a ella. Algunas de las razones más comunes para hacer uso de estos sistemas se pueden mencionar las siguientes:
*Mayor velocidad de procesamiento: Los sistemas de soporte a la toma de decisiones, permiten que los administradores puedan realizar un mayor número de procesamiento de información de una manera más rápida y a bajo costo.
*Incremento de la productividad: El formar grupos especializados para la toma de decisiones puede ser realmente costoso para la organización. A través de los sistemas computarizados, los grupos pueden ser más reducidos y encontrarse en diferentes lugares, lo que implicaría una reducción de costos y optimización de recursos.
*Soporte técnico: Muchas de las decisiones de los administradores, involucran interacciones complejas de información en diferentes bases de datos dentro de la organización. Los sistemas de soporte a las decisiones, permiten acceder a toda la información de la organización y a través de la Web se puede tener acceso desde cualquier lugar donde se necesite. Además que se puede obtener apoyo a través de gráficas, sonidos y análisis de sensibilidad, entre otros, de una manera rápida y económica.
*Calidad en las decisiones: La calidad de las decisiones de los administradores se ve mejorada notablemente, ya que se tiene una mayor alternativa para realizar evaluaciones, los análisis de riesgos pueden ser obtenidos rápidamente y ser comunicados a los demás miembros de la organización a muy bajo costo. Finalmente permiten crear simulaciones complejas y un sin fin de escenarios, que permitirán al administrador conocer el impacto de sus decisiones en la organización.
Dentro de los sistemas de soporte a las decisiones se encuentran los sistemas expertos, sistemas de inteligencia artificial, redes neuronales y sistemas de información ejecutivos, entre otros; sin embargo todos estos sistemas tienen un mismo rol dentro de la organización: mejorar el proceso de toma de decisiones, a través de la interacción de variables complejas con menos esfuerzo, tiempo y a menor costo.
Dentro de los beneficios que puede obtener la organización, al implementar sistemas de soporte a las decisiones, se encuentran los siguientes:
Elevar la calidad en la toma de decisiones
Mayor comunicación en la organización
Lograr una reducción de costos y optimización de recursos
Incremento en la productividad de la empresa
Optimización y ahorro de tiempo
Satisfacción de clientes y empleados
Los sistemas de soporte a la decisión serán cada vez más complejos y con características más poderosas, otorgando a los administradores una mayor facilidad en la toma de decisiones. A continuación se mencionan algunas características a futuro de los sistemas (Restrepo, 2004)
Apoyo a las decisiones simultaneas: Los sistemas de apoyo a las decisiones, tendrán una fuerte tendencia a apoyar el proceso de toma de decisiones grupales entre diferentes unidades organizacionales, gracias al desarrollo e innovación de las telecomunicaciones y comunicación de datos, tales como correo electrónico, redes locales y tele conferencias.
*Apoyo gráfico: El soporte gráfico proporcionado por los sistemas de apoyo a las decisiones, agilizarán el entendimiento de la información y las decisiones serán ejecutadas en menor tiempo.
*Computadoras Personales: Las computadoras personales serán de mayores capacidades de procesamiento y el uso de hojas de cálculo, procesadores de texto y bases de datos personales serán clave para el desarrollo de reportes.
*Reconocimiento de voz: La tecnología en reconocimiento de voz, permitirá que la interacción en la entrada de datos al sistema pueda darse de una manera más rápida y minimizará la entrada de información por medio del teclado.
*Descentralización del proceso de toma de decisiones: Las organizaciones de tiempos pasados se caracterizaban porque las decisiones eran centralizadas. En la actualidad esto ya no puede ser posible, puesto que los constantes cambios del ambiente y necesidades de las personas, hacen que el personal de la organización disponga de información actual y oportuna en todos los niveles de la empresa.
Finalmente se puede concluir que las decisiones incorrectas, son pagadas por las organizaciones con tiempo y dinero, sin embargo el tener la información estructurada, oportuna y confiable, permitirá que el administrador tenga un marco de referencia lo suficientemente amplio y claro, para optimizar los recursos de la compañía y crear la estrategia que le permita dirigir la organización hacia los objetivos establecidos


Las Tecnologías De Los Computadores En La Solución De Los Problemas De Información

Las tendencias contemporáneas en los últimos tiempos se concentran en el proceso apropiado de la gestión tecnológica con relación a la dinámica del crecimiento del mercado para la integración de un modelo de gerencia que alcance una mayor competitividad. En dicho proceso, la gerencia tecnológica debe atenerse y estar enfocada al sistema organizacional en donde surja, cuya estructura debe ser comúnmente aceptada por todos los miembros que la conforman a la organización concreta.
De acuerdo con los diferentes enfoques de algunos autores tales como, Parisca (1991), Paredes (1996), Zorrilla (1997), Marc (1998), Gaynor (1999), Bates (2001), Pérez (2001), ellos entienden a la gestión tecnológica como la administración proactiva de los recursos generadores de conocimientos que contribuyen a consolidar el dominio de las actividades productivas y comerciales de la empresa de una manera integral y armónica para alcanzar los objetivos dentro de un proceso de integración. En definitiva, la tecnología es la conjunción del conocimiento científico con el conocimiento técnico, lo cual permite realizar, en términos productivos, una obra imaginada o concebida.
Ahora bien, si estas tendencias contemporáneas fueran factibles de ser aplicadas por las pequeñas empresas venezolanas, éstas pudieran alcanzar un amplio desarrollo en la medida de sus propósitos organizacionales y de los recursos con los que cuentan. Se asumirían como empresas de negocios de tamaño pequeño que tienen un nivel de productividad próximo a las empresas en términos de eficiencia, tecnología y el desarrollo económico en general (Reina 1992).
El fenómeno de la globalización enfrenta al mundo a una nueva era comercial y de segmentación de los mercados, sin embargo, constituye una ventaja para las pequeñas empresas, debido a su capacidad de adaptación a los cambios del entorno y al estrecho contacto con sus clientes, lo cual les permite atenderlos en forma más oportuna y con las especificaciones requeridas.
En la actualidad, se pudiera asegurar que existe la necesidad de transformar y modernizar a estas pequeñas empresas en todo lo referente a sus sistemas de gerencia, ya que enfrentan fuertes competencias frente al nuevo contexto de apertura de nuevos mercados, las cuales podrían ser aprovechadas para su desarrollo en la medida que comprendan los beneficios que obtendrían con la creación de ventajas competitivas incorporadas a los procesos de gestión tecnológica (CONINPYME 2002).
Tomando en cuenta estas consideraciones, da la impresión que se ha limitado las tecnologías únicamente a las industrias de alta tecnología, tales como: los computadores, chips, superconductividad, ingeniería genética, robótica, entre otras; generando poca atención a la importancia que ésta puede tener en los procesos de las pequeñas empresas. Por lo tanto, no se debería restringir la tecnología exclusivamente a la ciencia, a la ingeniería o a las matemáticas, puesto que perdería la visión de otras tecnologías secundarias importantes que abarcan algo más que maquinas, procesos e inventos (Gaynor, 1999; Palacios, 1999).
En Venezuela, se percibe la inexistencia de informaciones generales y concisas acerca de las estrategias gerenciales para la gestión tecnológica en las pequeñas empresas, que les ayude a evaluar y analizar permanentemente los resultados de su actividad productiva y comercial, con el propósito de que le genere la suficiente información y conocimientos dentro de su proceso de retroalimentación; para así obtener una gestión eficiente con relación a su planeación estratégica. Por lo tanto, la estrategia tecnológica debe plantearse en las pequeñas organizaciones para su desarrollo y para hacer buen uso de su tecnología (BID-SECAB-CINDA 1997).
Es importante señalar que la característica más resaltante de estas pequeñas empresas es su sentido de creatividad e imaginación, sobre todo en aquellas que han logrado estabilidad económica en estos últimos quince años de crisis social, política y financiera que está estrangulando al país, aún cuando en muchos países en vías de desarrollo, las pequeñas empresas son consideradas como uno de los vehículos más importantes para lograr el crecimiento tanto en lo económico como en lo social.
Las pequeñas empresas venezolanas, en su mayoría son consideradas como un sector carente y dependiente de tecnología, lo cual le ha impedido sustentar un proceso de desarrollo autónomo y sostenido que la proyecte hacia la productividad y competitividad. El sector empresarial del país no ha sabido desarrollar actividades sistémicas y organizacionales para el aprendizaje, la innovación y conservación del conocimiento tecnológico, caracterizándose por mantener una importación masiva de tecnología, lo que le ha llevado a un elevado estado de dependencia tecnológica.
Las empresas en general de base tecnológica trabajan con los dos tipos de tecnologías duras, las cuales se caracterizan por la aplicación de avances en tecnologías de información a los procesos clásicos de operaciones, sus efectos están a la vista, y con tecnologías blandas, referidas al conjunto de prácticas organizacionales y de los recursos humanos. Por consiguiente, la gestión de la tecnología dentro de las pequeñas empresas debe verse como un proceso en el cual se integran los recursos, las actividades y la infraestructura de la unidad de negocios en el logro de sus propósitos, sus objetivos, sus estrategias y sus operaciones (Brasil. BID SECAB CINDA, 1997; Gaynor, 1999; Bates, 2001).
Las pequeñas empresas venezolanas frente a su proceso de gestión tecnológica
El espacio tecnológico, se revela como un dinámico proceso de marcha irreversible, porque en la medida que va evolucionando la tecnología, pueden cambiarse factores críticos para el éxito propio de cualquier empresa, sin importar su magnitud y su actividad económica principal, el impacto tecnológico puede hasta llegar a alterar la naturaleza de la competencia y las ventajas competitivas ya establecidas.
Bajo estas condiciones de desarrollo, de globalidad y de intensivo conocimiento y tecnologías, se encuentran las organizaciones empresariales venezolanas, que en su mayoría, están conformadas por pequeñas y medianas empresas de índole familiar o negocios emergidos de las oportunidades circunstanciales, generalmente, con escaso capital de inversión y poca información y conocimientos de los alcances del negocio. Además, en estas estructuras organizacionales no muy bien formalizadas, los procesos relacionados con la innovación tecnológica descansan en una sola persona, en el propietario o en el gerente general. Pero en la medida que estos negocios se van desarrollando, amplían sus esfuerzos gerenciales para lograr cumplir con las exigencias de los nuevos procesos estratégicos de gestión, inclusive, los esfuerzos en tecnología, que buscan el acrecentamiento y mantenimiento de su productividad.
Complementando el anterior planteamiento, los gerentes propietarios de dichos pequeños negocios para lograr la expansión en el mercado, deberían entender que una empresa es un sistema complejo constituido por tres elementos íntimamente interrelacionados como son: Tecnología, Producto y Mercado. En donde la tecnología es el medio que permite transformar las materias primas en el producto que es de la empresa, y a su vez, el mercado es el medio que permite transformar el producto en propiedad de la empresa en un producto que pasa a propiedad del consumidor (Calimán, 1993; Paredes, 1996; Brasil. BID SECAB CINDA,1997).
No obstante, la mayoría de las organizaciones pequeñas o de carácter familiar se inclinan con gran facilidad a las improvisaciones en los procesos de planeación estratégica, debido a que la gerencia de dirección y de supervisión son dadas empíricamente con planes de acción que se violan con ligereza y facilidad, pues, muchas veces no existen o son elaborados al antojo. Es en estos casos, cuando se hace imperante la toma de decisión en cuanto a la gestión de tecnología, ya que esta vendría a ser el conjunto de funciones técnicas que contribuirían a mejorar los costos de operación, la calidad de los productos y el servicio de los clientes (Paredes, 1996; Brasil. BID SECAB CINDA, 1997).
Dentro de este contexto, es importante mencionar que la gestión tecnológica en las pequeñas empresas venezolanas no sólo debería tomar en cuenta la utilización de la capacidad tecnológica existente, sino que debe otorgar la atención al desarrollo de aquellas capacidades focales en las cuales se consideren se tengan fallas, y por ende, se estimen necesarias atenderlas de la forma más adecuada y con los requerimientos tecnológicos correspondientes. Se puede afirmar, entonces, que la gestión tecnológica constituye una función sustentadora del proceso de aprendizaje para cualquier empresa, sea esta pequeña, mediana o grande; siempre y cuando utilice la información proveniente del entorno para ponderar sus capacidades y alcanzar sus metas.
De igual manera, Gerstein (1998), plantea que la gestión tecnológica pasa generalmente por tres fases: En primer término, la tecnología se emplea en aplicaciones en las que no compite con productos existentes, normalmente, se utiliza para que proporcione ventajas sin crear controversias. En segundo término, la tecnología se maneja en la sustitución de métodos de trabajo para fomentar valor para el cliente; comúnmente esta fase tecnológica ocasiona grandes cambios sociales, y en último término, la fase de la tecnología como un modo en verdad innovador, que proporciona bienes y servicios novedosos para resolver problemas que antes no tenían solución para satisfacer las necesidades inatendidas.
Por lo general, la problemática del estancamiento de las pequeñas empresas ocurre cuando no logran asimilar tecnologías adquiridas mediante la compra de equipos o por la asistencia técnica recibida. El grado de asimilación de una tecnología específica en una empresa depende sencillamente del grado de conocimiento y entendimiento que sus empleados tengan acerca de ella. En buena parte, el estancamiento en las pequeñas empresas es dado precisamente por el grado de educación y desarrollo del personal que tenga la empresa, de la actitud de la gerencia hacia la aceptación de nuevas ideas de los esquemas de comunicación que se usan en la organización globalizada y, de la importancia que se da a la capacitación y al entrenamiento.
De acuerdo con todo lo expuesto, las pequeñas empresas deberían prepararse para comenzar un nuevo horizonte globalizado y despertar interés en cuanto a la importancia de saber que es lo que saben y de hacer el mejor uso de ese conocimiento, ya que el conocimiento tecnológico está siendo reconocido como él más importante activo de la empresa por ser el único recurso económico significativo (Zorrilla, 1997; Palacios, 1999).
La necesidad de las pequeñas empresas de estar a la vanguardia con los cambios tecnológicos
Los gerentes propietarios de las pequeñas empresas comprenden la necesidad de estar a las expectativas frente a los cambios tecnológicos que se producen en todas las esferas. Comúnmente, el gerente propietario de las empresas pequeñas por no saber distanciar la relación personal o el apego a la empresa por su condición de ser dueños del negocio, suelen tomar decisiones viciadas en algunos casos, sin reconocer el aporte y la ayuda que proporcionan los avances tecnológicos y las innovaciones para la organización.
Aún cuando parezca un juicio de valor arbitrario, los gerentes propietarios de las pequeñas empresas no terminan de aprender la manera como deben manejar las riendas de sus negocios a través de una gestión tecnológica eficiente y de fácil utilización, ya que les cuesta asumir nuevos retos, o más bien los retos, les causa una situación de temor o miedo frente a la incertidumbre. En fin, sería recomendable que estos gerentes deberían establecer relaciones con entes externos más desarrollados con los cuales pudiesen realizar proyectos de crecimiento a través de negociaciones inteligentes.
Del mismo modo, dichos gerentes deberían examinar los cambios tecnológicos existentes como uno de los factores que afectan el grado de competencia en su sector. Estos cambios tecnológicos juegan un papel importante en el cambio estructural y en la creación de las nuevas industrias. Sobre ese particular, es significativo aclarar que el objeto de la administración y de la gerencia del conocimiento está dado en el hecho de que las empresas deben saber todo lo pertinente acerca de sus productos, procesos, mercados, clientes, empleados, entre otros, y sobre el cómo combinar estos elementos para convertirse en una empresa competitiva (Zorrilla, 1997; Bates, 2001; Pérez, 2001). Por tal razón, la planeación estratégica permite desplegar un proceso por el cual las organizaciones desarrollan instrucciones y actividades tendientes a determinar metas y objetivos a través del análisis del medio interno y el entorno.
Existen visiones de los cambios tecnológicos que resultan ser el reflejo de la postura básica frente a un mundo relacionado con una posición existencial. En este caso, los gerentes propietarios de las pequeñas empresas presentan una posición existencial que coincide con la manera cómo percibe el negocio, cómo surgió, cómo fue creciendo y las valoraciones que pudieron darse. Por lo tanto, el panorama tecnológico experimenta una continua evolución fomentada por los amplios recursos dedicados a la investigación y desarrollo (Gaynor, 1999; Cinterfor, 2000).
Es por eso que los pequeños negocios deberían orientarse efectivamente al proceso del cambio tecnológico en función de sus recursos, de sus necesidades y de sus circunstancias para generar tecnología inexistente. En ese sentido, se debe orientar y acelerar el cambio tecnológico por el objeto perseguido por la empresa que muchas veces es una tarea compleja debido a que se requiere de esfuerzos tecnológicos sistemáticos orientados a obtener un equilibrio (Paredes, 1996; Bates, 2001; Pérez, 2001).
Por otro lado, dentro de un modelo de competitividad de la empresa está la gestión de la relación tecnología y calidad, la cual constituye la administración proactiva de todos los recursos productivos, administrativos y comerciales que permiten garantizar el logro de los objetivos definidos en los planes y estrategias para el desarrollo de la organización. Sin embargo, es pertinente razonar en lo siguiente: para que los microempresarios puedan crecer y lograr satisfacer su empeño, deben admitir la necesidad de los cambios, conceptualizando la tecnología en la organización como un logro para una ventaja competitiva sostenible. Se debe comprender que los pronósticos causados por el cambio tecnológico son conformes como va evolucionando el sector al cual pertenezca, y la manera como se desempeña el rol guiador del gerente dentro de la organización. En torno a esto, los gerentes propietarios de los negocios pequeños deberían dejar de ser gerentes menos intuitivos en su gerencia, más bien, deberían desplegar entre su personal las técnicas de gestión tecnológica actuales para capacitarlos.
Igualmente, analizar las expectativas sobre el entorno y sobre su propia empresa que le permita formular escenarios futuros previsibles que pudieran promover o atentar contra los objetivos planteados por la organización. La prospectiva tecnológica vendría a ser la formación, la evaluación, el análisis de escenarios futuros, probables y deseables, tecnológicos, comerciales y sociales dentro de los cuales se deberá desempeñar la empresa (Parisca, 1991).
Para finalizar con este segmento, el poder del cambio tecnológico en lo referente a la ventaja competitiva, a la estructura industrial y a la estrategia tecnológica de la organización es por lo general, un ingrediente esencial de la estrategia competitiva global (Pérez 2001). El ambiente competitivo que se vive en las últimas décadas en Venezuela ha hecho crítica la calidad del conocimiento que las empresas aplican a sus procesos claves de negocio (Zorrilla, 1997; Pérez, 2001). Por lo tanto, cualquier empresa debe esforzarse, ya que la cadena de suministros depende del conocimiento que se tenga sobre las materias primas, la planeación, la manufactura, la distribución, entre otras. Asimismo, el desarrollo de nuevos productos requiere de conocimientos sobre las necesidades de los consumidores, nuevos descubrimientos científicos, mercadeo y sobre todo de nuevas tecnologías (Cinterfor, 2000).
Problemas en el proceso de transferencia de tecnologías en las pequeñas empresas
La importación de tecnología en sí no es un problema, los problemas se presentan o se generan por una mala selección de la tecnología o por una contratación perniciosa, o cuando se recurre siempre a esta fuente para el cambio tecnológico. En la práctica, ningún país puede calificarse de autosuficiente en tecnología, incluso, los países desarrollados tienen que concurrir al mercado internacional de tecnología para sus cambios tecnológicos.
La transferencia tecnológica según Marcano y García (1997) es un proceso mediante el cual la ciencia y la tecnología se difunden en las actividades humanas y en el ámbito de las actividades económicas, se interpreta como el proceso de incorporación a una actividad productiva de un conocimiento desarrollado fuera de ella. También es la adopción de tecnologías nuevas o mejoradas para perfeccionar el proceso productivo, y tiene características que difieren según el tipo, se realiza externamente o internamente dentro de los sectores económicos o unidades productivas en un mismo país.
Los problemas relativos a la transferencia de tecnología son experimentados con mayor severidad por los países que concurren al mercado exclusivamente como compradores. Estos problemas se deben al hecho de que el mercado de tecnología es un mercado altamente imperfecto debido a sus características monopolísticas y a las condiciones desventajosas en que se encuentra en la negociación el comprador frente al proveedor, además de la falta de una política adecuada en ciencia y tecnología orientada a controlar el flujo de tecnología y a obtener los máximos beneficios de la transferencia.
Las dificultades que afectan a las pequeñas empresas derivados de la transferencia de tecnología se pueden agrupar en problemas relacionados con el costo y uso de la tecnología, problemas derivados de la naturaleza de la tecnología, problemas generados por la falta de capacidades tecnológicas, problemas originados en debilidad de la infraestructura científica y tecnológica, y problemas causados por la falta de autonomía para la toma de decisiones en materia tecnológica.
El costo de uso de una tecnología licenciada no sólo resulta muchas veces elevado sino que también asume costos indirectos amarrados a las contrataciones. Por las prácticas monopólicas en el mercado de tecnologías, los proveedores imponen condiciones comerciales arbitrarias y perniciosas, tal es el caso, que las pequeñas empresas se ven obligadas a comprar exclusivamente a ellos los insumos, materias primas y equipos, la limitación de los volúmenes de producción, o la fijación de precios a los productos elaborados con su tecnología.
Los problemas vinculados con el uso de la tecnología aparecen como restricciones impuestas en la contratación, la mayoría de estas restricciones son obligaciones que adquiere el concesionario, que también se traducen en costos, tales como: obligación de utilizar personal técnico del concedente, obligación de pagar regalías por parte de la tecnología que incluso no use, restricción de exportaciones de productos, hasta llegar a ceder derechos sobre mejoras o innovaciones incrementales que se realicen en la tecnología durante su uso. Por lo tanto, la falta de capacidad tecnológica y la debilidad de infraestructura científico tecnológica, son factores de un gran influjo en proceso tecnológico de las pequeñas empresas, ya que su capacidad en ciencia y tecnología es limitada.
Existe cada vez más una relación de suma importancia entre las pequeñas empresas y la tecnología, debido que esta debería buscar incorporar en forma organizada, racional y coherente los conocimientos técnicos, científicos y empíricos para obtener un producto que se conformará como información, como un bien final, o la conjunción de estos dos.
Requerimiento de un plan tecnológico dirigido a las pequeñas empresas
Las incertidumbres y encrucijadas presentes en las pequeñas empresas pueden ser propicias para ser aprovechadas por la gerencia de la planeación tecnológica y lograr al fin, ser competitivo ante cualquier circunstancia del proceso. Por consiguiente, se puede asegurar que el proceso de planeación se da cuando se promueve la relación entre tecnología, estrategia y la metodología para elaborar un plan estratégico (Gaynor, 1999; Caliman, 1993).
En esencia, este tipo de organizaciones deben ver a la tecnología en términos de eficiencia para medir la proporción de la producción con respeto al insumo, su capacidad de procesamiento, la densidad como medida de producción y la exactitud en la precisión de generar la producción. Sobre este particular, los aspectos estratégicos de la gestión tecnológica de las pequeñas empresas requieren de superiores visualizaciones por parte de sus gerentes implicados en el desarrollo del negocio, para que logren comprender el campo de acción de la gestión tecnológica a través del desarrollo de políticas de tecnología. Estas políticas tecnológicas deben agregar valor mediante un proceso de toma de decisiones que impacte en una ventaja competitiva para un ambiente dinámico (Caliman, 1993).
Con esa misma finalidad, para la elaboración de un plan tecnológico, las pequeñas empresas deben digerir la importancia que tiene la tecnología para la organización como una ventaja competitiva por medio de estrategias que represente un mínimo costo, una diferenciación y la oportunidad de nuevos nichos. Entretanto, sus propietarios y gerentes de dichas empresas deberían servir de líderes para llevar un seguimiento en búsqueda de excelencias que lo conlleven a ser el primero en el mercado, apropiándose en forma exclusiva de un posicionamiento competitivo.
Por otra parte, algunos expertos del tema consideran que las pequeñas empresas no podrían tener una metodología para la formulación de un plan tecnológico, pues sus gerentes propietarios asumen que los lineamientos metodológicos para el crecimiento sólo pueden ser aplicados principalmente por las organizaciones industriales o centros de investigación y desarrollo tanto públicos como privados, sin darse cuenta que estos planes tecnológicos pueden ser adaptados y aplicados también a las pequeñas empresas (Brito et al., 1998).
Por tal motivo, se deben desarrollar estrategias tecnológicas a través de los diagnósticos y pronósticos de la organización como del entorno, para identificar y recopilar toda la información de las necesidades de innovación en la organización que pudiera ser aplicada a las pequeñas empresas. Igualmente, sus gerentes pudieran contar con suficientes conocimientos y herramientas disponibles si se enfrentan a los nuevos retos de una forma más eficiente, minimizando la brecha que representa el costo de inversión en el desarrollo tecnológico (BID-SECAB-CINDA).
En tal sentido, a los micros y pequeños empresarios no le basta con tener identificados los vacíos, limitaciones o problemas determinados dentro de una organización productiva sino la oportunidad de llevar a cabo la elaboración de proyectos para la solución de las deficiencias que han sido identificadas con una visión precisa de los objetivos finales propuestos (Reina,1992). Para lograr un modelo de plan tecnológico para el tamaño de estas empresas, debería tomarse en cuenta que la gestión de tecnología está basada en el siguiente principio: la tecnología se vuelve obsoleta y debe ser reemplazada. Ahora bien, si los gerentes de estas empresas pequeñas enfocaran la adquisición de tecnología como un proceso de aprendizaje empresarial sería menos propenso menospreciar los presupuestos destinados a la capacitación y entrenamiento de sus trabajadores (Pérez, 2001).
En fin, la gestión tecnológica debería ser una actividad organizacional mediante la cual se defina e implante la tecnología necesaria para lograr los objetivos y metas del negocio en términos de calidad, efectividad, adición de valor y competitividad sin importar la magnitud de la empresa.